• #BogotáEsMiHuerta los invita a conocer algunas de las plantas comestibles más utilizadas en las huertas urbanas de la capital del país.
  • Ofelia Pinto, la encargada del mantenimiento diario de la huerta del Jardín Botánico de Bogotá, cuenta algunas de las propiedades de estas hortalizas y frutales.
  • “Los invitamos a conocer los usos, valores nutricionales y varias generalidades de estas plantas que son sembradas de una forma agroecológica”. 

Bogotá es un referente en Latinoamérica en agricultura urbana, un modelo de producción de alimentos realizado en huertas de diferentes tamaños donde la ciudadanía siembra y cosecha hortalizas, frutales y plantas medicinales y aromáticas.

Desde 2004, el Jardín Botánico de Bogotá (JBB) apoya a los habitantes de la ciudad con asesoría técnica, capacitaciones e insumos para que siembren de una manera agroecológica en sitios como terrazas, balcones y patios.

Una de las preguntas más frecuentes de la ciudadanía es cuáles son las plantas más adecuadas para darle vida a huertas urbanas caseras, comunitarias, institucionales o escolares en los espacios públicos o privados de la capital.

El “Catálogo de plantas utilizadas en agricultura urbana en Bogotá”, fruto de la pasantía de Jesica Paola Guerra en la Subdirección Técnica Operativa del JBB, contiene información sobre los principales usos, generalidades y propiedades de 120 especies.

#BogotáEsMiHuerta seleccionó algunas de estas especies de verduras, hortalizas, frutales y cereales, información que fue complementada por Ofelia Pinto, la encargada del mantenimiento y cuidado diario de la huerta urbana del Jardín Botánico.

“Te invitamos a conocer las propiedades de estas plantas comestibles, información fundamental que les permitirá reverdecer su huerta con alimentos agroecológicos para el consumo propio o la comercialización”.

Acelga

Se propaga por semilla y tiene la capacidad de adaptarse a cualquier tipo de suelo, aunque prefiere los arcillosos. Requiere de humedad regular y no soporta las sequías.

Es una de las especies más utilizadas en la preparación de ensaladas, sopas y tortas. Cuando sus hojas alcanzan los 20 centímetros de largo, es el momento de la cosecha. 

Tiene propiedades para curar llagas, regular el estreñimiento, disminuir el colesterol y contribuir al sistema inmune y nervioso. “Se puede sembrar incluso en zonas duras como canastas, materas, bolsas plásticas y tubulares que se cuelgan en las paredes”, aseguró Ofelia.

Ajo 

Es una de las hierbas más utilizadas en las cocinas. Sirve para sazonar carnes y darle potencia a los guisos, salsas y sopas. Alcanza los 50 centímetros de largo, se propaga por sus pequeños bulbos, prefiere suelos que no sean muy pesados y es resistente al frío.

El diente de ajo sirve como antibiótico natural y digestivo. Ayuda a mermar los problemas circulatorios, alteraciones del azúcar, colesterol, triglicéridos y ácido úrico.

Según Ofelia, la mayoría de personas no conocen que hay otra especie de ajo que no da bulbo. “Se trata de la hoja de ajo, una hierba que se siembra por rizomas y no saca el famoso diente, pero su hoja sabe igual o mejor”.

Alcachofa

Hierba con una flor de colores morado, naranja y amarillo. Alcanza los 1,4 metros de altura, su propagación es por esquejes y se adapta a suelos arcillosos.

Sus hojas ayudan a sanar los problemas digestivos y del hígado, además de normalizar el colesterol y los triglicéridos. Sus partes carnosas sirven para hacer ensaladas y pasteles.

“Es una planta muy hermosa. La alcachofa saca una semilla que luego ayudamos a germinar en el invernadero del JBB”, dice Ofelia.

Apio

No supera el metro de altura y tiene una propagación por semillas. Prefiere suelos francos y franco-limosos profundos y con buen drenaje y requiere de luz directa.

El apio se puede comer crudo o cocido. Sus tallos son utilizados en sopas y ensaladas y por su aroma es ideal para acompañar carnes y pescados.

“Algunas personas lo recomiendan para mejorar la digestión y combatir enfermedades de los riñones, hígado y vejiga”, apuntó Ofelia.

Arracacha

Se propaga por esquejes, necesita suelos arenosos, profundos y bien drenados y no soporta las heladas. Alcanza alturas cercanas a los 1,2 metros.

La utilizan para hacer ensaladas frías, sopas, guisos y tortas. Aporta calcio que ayuda a la contracción muscular y formación de huesos y dientes; contribuye a la visión y el sistema inmune.

“En la huerta del JBB tenemos arracacha morada y amarilla. Aunque sus tallos se diferencian por el color de cada variedad, el sabor es el mismo”, menciona Ofelia.

Brócoli

Mide hasta 60 centímetros de alto. Su propagación es por semillas, se adapta a suelos profundos y con buen drenaje y no soporta periodos largos de sequía.

Hace parte de varias ensaladas, sopas, tortas y encurtidos. El brócoli es antioxidante, contribuye al sistema inmune y sirve como expectorante, antiinflamatorio, cicatrizante y diurético.

“A muchos no les gusta, pero es porque no lo conocen y no lo saben preparar. Cuando vienen a la huerta y ven lo hermoso que es el brócoli, les dan ganas de comérselo”, dice Ofelia.

Cebollas

La cebolla cabezona mide 40 centímetros de altura, es utilizada en ensaladas y guisos y ayuda a tratar el asma, diabetes, hipertensión y reumatismo. Se propaga por semillas, prefiere suelos sueltos y húmedos y necesita exposición solar directa.

La cebolla larga (60 centímetros) tiene una propagación por semillas o hijuelos. Requiere de suelos sueltos y profundos, es la base de muchos guisos y salsas y tiene propiedades para aliviar la amigdalitis y las quemaduras suaves. 

La menos conocida es la cebolla puerro, que mide 60 centímetros de altura y se propaga por semillas o hijuelos. Según Ofelia, es utilizada como condimento en sopas y para sazonar las carnes.

Cebollín

Hierba condimentaria que alcanza los 30 centímetros de altura. Aporta calcio, vitamina C y potasio que contribuyen a la contracción muscular y síntesis de proteínas.

Se propaga por semillas o hijuelos. Aunque se adapta a cualquier suelo, prefiere los franco arenosos y con buen drenaje. Sus hojas son utilizadas como condimentos y complemento de ensaladas.

“No solo es de gran utilidad para la cocina. En la huerta del JBB la utilizamos para controlar los insectos: su olor los atrae y esto nos permite usarla como barrera en los cultivos”, asegura Ofelia.

Cilantro

Es una de las hierbas más utilizadas en las cocinas de los colombianos. Sus hojas sirven para adobar sopas, guisos y ensaladas y las semillas maduras para hacer aromatizantes.

Tiene usos medicinales como estimular el sueño y disminuir el dolor de cabeza. Mide 60 centímetros de alto y su consumo mejora la visión y fortalece el sistema inmune.

Se propaga por semillas y prefiere los suelos con buen drenaje y ricos en materia orgánica. “La podemos sembrar en materas, envases plásticos y bolsas colgantes en las paredes”, precisa Ofelia.

Coliflor

Según Ofelia, es una de las plantas más estigmatizadas por su fuerte olor. “La coliflor es deliciosa y nutritiva. Con la inflorescencia podemos preparar sopas, guisos, tortas y ensaladas y tiene propiedades diuréticas y depurativas”.

Alcanza los 60 centímetros de altura y se propaga por semillas. Requiere suelos ricos en materia orgánica y con la capacidad de retener humedad. No resiste periodos fuertes de sequía.

Su contenido de fibra regula el estreñimiento y disminuye el colesterol. Algunos expertos dicen que previene la anemia.

Espinaca

Sus hojas se consumen crudas en ensaladas y emparedados y cocidas en sopas, guisos o aderezos. Se propaga por semillas y prefiere suelos profundos, sueltos y frescos.

Ayuda a la digestión y mejorar problemas en la retina y músculos. Alcanza los 20 centímetros de alto y su consumo contribuye a la prevención de la anemia.

“Es una de las plantas insignias de las huertas urbanas de Bogotá. Presenta tanto usos comestibles como medicinales”, dijo Ofelia.

Haba

Tiene propiedades diuréticas y contiene mucha fibra y hierro. Su grano es consumido en sopas, guisos y ensaladas. Alcanza los 1,5 metros de altura y se propaga por semilla. 

Prefiere los suelos francoarenosos, profundos y frescos y tiene la capacidad de soportar los periodos de sequía 

“Para propagarla toca dejar que se pongan bien negras. En la huerta del JBB sacamos las semillas y las llevamos al invernadero, para finalmente sembrarlas en las eras o surcos”, informa Ofelia.

Kale

Es viable para sembrar en suelos profundos y con buen drenaje. Requiere de poca exposición solar y se propaga por semillas. 

Sus hojas se consumen como verdura y sirven como expectorante, antiinflamatorio, cicatrizante y diurético. Ayuda a aliviar trastornos pulmonares, migrañas y el acné.

Se pueden encontrar dos variedades. Según Ofelia, es una de las plantas favoritas de los vegetarianos porque sirve para hacer batidos con un alto contenido de calcio. “Dicen que reemplaza la leche. Algunas personas la fritan”.

Lechugas

Una de las plantas que más siembran los huerteros en sus terruños agroecológicos. Existen varios tipos de lechugas y sus hojas son la base de ensaladas y sopas.

Tienen propiedades laxantes y su consumo es recomendado para los diabéticos. En general alcanzan los 70 centímetros de altura y se propagan por semillas.

En la huerta del JBB, Ofelia siembra y cosecha 16 tipos de lechuga, como la roja, romana, de vaca y rizada. “Es muy fácil de sembrar, tanto a ras del suelo como en materas, envases, llantas, contenedores y bolsas plásticas en las paredes”.

Maíz

Puede alcanzar los cuatro metros de altura y se propaga por semillas. Requiere de suelos húmedos con buen drenaje y necesita exposición directa a la luz solar.

“Es uno de los alimentos ancestrales del país. Se consume en mazamorras, sopas, tortas, cremas y salsas y está presente en las huertas que tienen bastante espacio”, dijo Ofelia.

Ayuda a regular el estreñimiento y la diarrea, disminuir el colesterol en sangre y contribuye a mejorar la visión y el sistema inmune.

Papa

Tubérculo insignia del campo colombiano. Existen diversas variedades de papas, algunas criollas o nativas de las zonas andinas. Prefiere suelos sueltos con buen drenaje y no soporta las sequías.

Se propaga por semillas o generalmente por el tubérculo. La papa es uno de los alimentos más tradicionales del país y sirve como antiinflamatorio y para aliviar las quemaduras.

“Hoy en día, el que tiene papas en sus huertas es un privilegiado. Con esos precios tan altos en el mercado ya casi nadie puede comprarlas”, asegura Ofelia.

Perejil

Existen dos variedades: liso y crespo. El perejil alcanza hasta 20 centímetros de altura, se propaga por semilla y prefiere suelos profundos y con buen drenaje. 

Aunque es conocido como complemento de las ensaladas, también sirve para condimentar salsas, carnes y sopas. Es un antibiótico natural, diurético, digestivo, expectorante y tranquilizante que ayuda a tratar los cálculos e infecciones de los riñones.

Según Ofelia, se puede sembrar incluso en espacios pequeños como materas y bolsas de plástico colgantes.

Quinua

Ofelia cataloga a la quinua como uno de los alimentos más ricos a nivel mundial. “Es una planta ancestral y andina con muchos beneficios, pero es muy difícil de sostener y propagar”.

Tiene una floración morada y alcanza los dos metros de altura. Se propaga por semilla y necesita suelos profundos con buena retención de agua.

La quinua es considerada un súper alimento por su alto aporte de proteína y contener todos los aminoácidos esenciales. También ayuda a sanar torceduras, fracturas y luxaciones.

Rábano

Mide hasta un metro de altura, se propaga por semilla y prefiere suelos franco-arcillosos, franco-limosos o franco-arenosos con buen drenaje.

Está presente en ensaladas, encurtidos y varios platos orientales. Es diurético, ayuda a cicatrizar y combatir las enfermedades biliares y diarreas y previene los cálculos renales.

“Se puede comer fresco. Es una de las hierbas que más les gusta sembrar a los huerteros porque se propaga fácil por semilla”, dice Ofelia.

Remolacha

Planta de 50 centímetros de altura que se propaga por semilla y prefiere suelos sueltos, con buena retención de humedad y buen drenaje interno.

Contiene fibra que ayuda a regular el estreñimiento. También sirve como laxante, reduce el colesterol y estimula los jugos gástricos.

“Es de las pocas plantas que tiene ensalada propia y también se puede preparar en jugo. A pesar de su alto contenido nutricional, a muchas personas no les gusta”, indicó Ofelia.

Repollo

Presenta diferentes variedades, todas utilizadas en ensaladas y guisos. Mide hasta 30 centímetros de altura, se propaga por semillas y se adapta a varios tipos de suelo.

Es una planta diurética y antidiarreica que ayuda a tratar las úlceras gástricas, dolores reumáticos y heridas. Contribuye al sistema inmune.

“Como se adapta a varios tipos de suelo, es muy fácil de sembrar en todo tipo de huertas”, aseguró Ofelia.

Zanahoria

Aunque es conocida para mejorar la visión, la zanahoria también es diurética, antiinflamatoria y sirve para combatir los trastornos de la piel, gastritis y exceso de acidez.

Alcanza hasta 30 centímetros de altura, se propaga por semilla y prefiere suelos sueltos y profundos con buen drenaje y alta retención de humedad; soporta heladas ligeras.

“Lo que algunos no saben es que lo que nos comemos de la zanahoria es la raíz, ese tubo de color naranja con el que se preparan ensaladas, jugos, tortas, sopas y compotas”, dijo Ofelia.

Ají

Además de darle un toque picante a los alimentos, salsas y aderezos con su fruto, el ají es analgésico, antibacteriano y desinfectante. 

Se propaga por semillas, necesita bastante luz solar, contiene fibra, vitamina C y hierro y se usa como estimulante, tónico digestivo y circulatorio.

Con el ají se pueden preparar remedios naturales que ayudan a combatir las plagas. “A los huerteros les enseñamos a hacer biopreparados con ají y tabaco, los cuales evitan la llegada de plagas”, afirma Ofelia.

Amaranto

Arbusto de tres metros de altura con una flor de color morado. Su semilla se consume como cereal y para hacer bebidas refrescantes, sopas, pastas y guisos; las hojas complementan las ensaladas.

Tiene propiedades medicinales como prevenir la inflamación de encías y garganta (las hojas) y la diarrea. Su contenido de fibra ayuda a regular el estreñimiento y disminuye el colesterol.

“Tiene muchos aminoácidos. Es una de las semillas que más propagamos en el vivero del Jardín Botánico”, menciona Ofelia.

Lulo

Para Ofelia, el lulo es el arbusto insignia de las huertas de la capital. “Es muy famoso en la ciudad, incluso lo vemos en sitios como los humedales y las rondas de los ríos y quebradas”.

Con su fruto se preparan jugos, néctar, dulces y mermeladas. Sirve para regular la tensión, puede alcanzar los tres metros de altura y fortalece el sistema inmune.

“Para consumir la fruta primero hay que quitarle la pelusa. Se propaga por semilla, la cual podemos sacar antes de licuar”, apunta la encargada de la huerta del JBB.

Mora

Mide en promedio 1,5 metros de altura. Es un arbusto que se propaga por semilla y estaca y el cual sirve como expectorante y para curar la tos, diarrea, hemorroides e inflamaciones de garganta.

Su fruto carnoso y morado se usa para hacer dulces, jugos, dulces, helados y jaleas. Ayuda a tener energía, fortalecer los huesos, dientes y el sistema inmune.

“También les brinda alimento a las aves. Pero hay que tener cuidado al manipularlo, ya que cuenta con varias espinas en su tallo; es su mecanismo de defensa”, dice Ofelia.

Uchuva

Ideal para purificar la sangre y eliminar las amebas. Sus hojas son utilizadas para combatir enfermedades de los riñones, delirio, vértigo y parálisis facial.

El fruto de este arbusto de dos metros de altura, una bola de color naranja, sirve para jugos, ensaladas, mermeladas, yogurt, y jaleas. Contiene fósforo, hierro, potasio y vitamina E.

Se propaga por semilla y requieren suelos arcillo- arenosos con buen drenaje. “Necesita de abundante luz solar y está presente en la mayoría de huertas de Bogotá”, apuntó Ofelia.

Ahuyama

Puede llegar a extenderse hasta 10 metros. Se propaga por semilla y prefiere suelos livianos con buen drenaje.

Sirve para preparar sopas, postres, tortas y ensaladas. Ayuda a mejorar la visión, hipertensión arterial, digestión y acidez estomacal.

Es diurética y laxante y contribuye al sistema inmune. “Hay que estar muy pendiente de la ahuyama porque se extiende con facilidad y puede afectar los demás cultivos de la huerta”, informó Ofelia.

Arveja

Es uno de los alimentos más tradicionales en la cocina colombiana. Los granos cocidos hacen parte de los guisos, ensaladas y arroces y también se pueden hacer procesados como harinas.

Ayuda a combatir las afecciones cardiacas y trastornos del sistema nervioso. Su fibra contribuye a regular el estreñimiento y el calcio fortalece huesos y dientes.

Calabaza

Aparece con frecuencia en sitios como rondas de los ríos y quebradas de Bogotá. Según Ofelia, en México se comen la flor, de color y amarillo, y es fácil de sembrar.

“En una era pequeña, de un metro de ancho por nueve de largo, podemos sacar calabazas enormes. Por ser una enredadera hay que hacerle podas seguidas para que no se salga de su sitio. En el campo hacen dulces con calabaza, leche, queso, panela, clavo y canela”.

Sirve para preparar sopas, guisos y puré. Tiene propiedades diuréticas y laxantes, ayuda a sanar problemas del estómago y los riñones y se extiende hasta 10 metros.

Cubios

Este tubérculo es la base principal del cocido boyacense. También se consume fresco en ensaladas o cocinado en estofados, huevos con cebolla y dulce.

“A mi hija le encanta el cocido, es decir que ama los cubios. Dicen que es afrodisiaco, pero no me consta; es muy fácil de sembrar hasta en las jardineras”, dice Ofelia.

Se propaga por semillas y tiene buena adaptación a cualquier tipo de suelo. Requiere de abundante luz solar y resiste las sequías. Los cubios son diuréticos y antibióticos naturales que ayudan a combatir afecciones del hígado y del riñón.

Frijol

Existen diversas variedades de frijol, una planta enredadera que es protagonista en sopas, guisos o ensaladas.  

Se propaga por semillas y prefiere los suelos francos, sueltos y permeables. Es poco resistente a las heladas y no soporta encharcamientos.

“Tiene fibra que contribuye a regular el estreñimiento y disminuye el colesterol; por su contenido de fósforo sirve como antioxidante”, apunta Ofelia.

Habichuela

Enredadera que hace parte de diversas sopas, guisos y ensaladas. Es una planta diurética, antidiabética y desinflamatoria que se usa para tratar el reumatismo, artritis y asma.

Sus vitaminas ayudan a mejorar la visión y el sistema inmune. Es poco resistente a las heladas y no soporta encharcamientos. Según Ofelia, la habichuela se propaga por semilla y prefiere los suelos sueltos y permeables.

Tomate

Es la base de las ensaladas, guisos y salsas. Se propaga por semillas y se desarrolla bien en suelos sueltos, ricos en materia orgánica y con buen drenaje. Es muy sensible a las heladas.

Esta planta es antiséptica y depurativa y contribuye a la visión y el sistema inmune. Según Ofelia, en Bogotá los huerteros prefieren cultivar el tomate cherry. 

“El cherry se propaga por semillas y ayuda a estimular el apetito y sanar las afecciones de la próstata. Es ideal en ensaladas y guisos”.

Tomate de árbol

Es uno de los frutales más populares en las huertas de Bogotá. Mide hasta tres metros de altura y tiene tres variedades de fruto rojo, amarillo y naranja.

Su fruto sirve para hacer dulces, jugos, helados, postres y mermeladas. Ayuda a aliviar la gripa, dolores de garganta y músculos, inflamación de amígdalas, heridas y afecciones del hígado.

“Se propaga fácil por semillas y sus cosechas son numerosas. Es ideal para las huertas que cuentan con mucho espacio”, apunta Ofelia.

Feijoa

Se propaga por semillas y esquejes. Tiene una buena adaptación en los suelos arcillosos y puede soportar temperaturas bajas.

Su fruto es utilizado para endulzar mermeladas, postres y batidos, mientras que los pétalos de la flor se pueden comer en ensaladas.

La feijoa tiene propiedades digestivas, laxantes y cicatrizantes. Cuenta con un alto contenido de vitamina C, la cual ayuda al sistema inmune.

Papayuela

Con su fruto se preparan jugos, cremas, mermeladas y dulces. Alivia la tos, enfermedades de los bronquios, pesadez estomacal y estreñimiento.

Sus hojas cuentan con propiedades para tratar la amigdalitis. Este árbol de siete metros de altura es rico en vitaminas C, E y B, ideales para el sistema inmune, y actúa como antioxidante.

Jhon Barros
Author: Jhon Barros

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Jardín Botánico de Bogotá