HISTORIA EN LAS DIFERENTES ADMINISTRACIONES

La agricultura urbana y periurbana agroecológica inicia un proceso de crecimiento en las ciudades debido a la migración interna en Colombia por causa del desplazamiento forzado, producto de la violencia en el país, que aumentó desde los años cincuentas. La llegada de un alto número de personas desplazadas que llegaron a Bogotá también supuso la llegada de fuertes legados musicales, gastronómicos, familiares y conductuales, conservando y poniendo en práctica todos los saberes y experiencias rurales en la ciudad, con una mayor predominancia en las mujeres y adultos mayores que establecen cultivos y la cría de pequeños animales en sus vivienda (Aguilar & Díaz, 2013, s.p).  

Como una iniciativa distrital, la práctica de la agricultura urbana surge a partir del año 2004, cuando se propuso el objetivo de “reducir la vulnerabilidad alimentaria y nutricional de la población en Bogotá, especialmente de los más pobres” institucionalizando el Programa Bogotá Sin Hambre implementado por el alcalde mayor Luis Eduardo Garzón (2004-2008). Con este programa se generaron estrategias para el reconocimiento oficial y la solución de la problemática del hambre, la desnutrición y la malnutrición que la ciudad de Bogotá padecía gravemente en el momento de su implementación. 

Para este periodo, el proyecto de agricultura urbana fue liderado por el Jardín Botánico, con el Proyecto 319 “Investigación y formación para el aprovechamiento de los usos potenciales de especies vegetales andinas y exóticas de clima frío a través de cultivos urbanos” con el fin de ‘Proveer a la ciudad de herramientas técnicas con soporte científico, que permitan a sus habitantes el aprovechamiento sostenible de especies vegetales andinas y exóticas de clima frío, con potencial para cultivos urbanos.

BOGOTÁ POSITIVA (2008 – 2011)

El Plan de Desarrollo Bogotá Positiva (2008 – 2011) del alcalde Samuel Moreno incluyó la agricultura urbana dentro del Plan Maestro de Abastecimiento y el programa Bogotá Bien Alimentada, en donde al igual que su predecesor, se considera la Agricultura Urbana y Periurbana como una herramienta para la garantía de la soberanía alimentaria y se continúa con el Proyecto 319, liderado por el Jardín Botánico. 

En este sentido, dentro de las metas trazadas en al artículo 3 para el programa mencionado se establece que se debe conformar una red distrital de agricultores urbanos –meta que se mantiene hasta la actualidad–, a través de la capacitación de 6.000 personas interesadas en el proyecto.

BOGOTÁ HUMANA (2012 – 2016)

El Plan Distrital de Desarrollo Bogotá Humana (2012 – 2016) de la alcaldía de Gustavo Petro fortaleció lo establecido en los Planes de Desarrollo anteriores. Esto, a través del programa de Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional.

El Jardín Botánico de Bogotá, bajo el programa Recuperación, rehabilitación y restauración de la estructura ecológica principal y de los espacios del agua inicia el Proyecto 863 ‘‘Intervención territorial para el mejoramiento de la cobertura vegetal del Distrito Capital’ y se centró en la adaptación al cambio climático, la búsqueda de medidas frente para mitigación, la recuperación del ciclo hídrico en la ciudad y el mejoramiento de la salud de los ciudadanos (Herrera, Herrera & Pinzón). 

BOGOTÁ MEJOR PARA TODOS (2016 – 2020)

Aunque en el Plan de Desarrollo Bogotá Mejor para Todos (2016 – 2020) del alcalde Enrique Peñalosa no se hace referencia explícita a programas que estén directamente relacionados con la agricultura urbana, la consolidación que tuvieron programas y proyectos anteriores, permitieron la continuidad de los mismos, especialmente bajo el liderazgo del Jardín Botánico de Bogotá.

Bajo el programa Ambiente sano para la equidad y disfrute del ciudadano inicia el Proyecto 1119 ‘‘Planificación y gestión del paisaje sobre la malla verde urbana’’ por el JBB. En este nuevamente se cambia el enfoque propuesto a una planificación, gestión e intervención integral de la malla verde urbana para potenciar los servicios ecosistémicos, contribuir a la calidad ambiental del distrito, generando impacto visual y paisajístico (Herrera, Herrera & Pinzón).  El proyecto tuvo una línea de inversión que contribuyó en orientar y/o capacitar a las personas interesadas en técnicas de siembra y manejo de agricultura integral.