- Una delegación de la Alcaldía de São Paulo visitó el Jardín Botánico de Bogotá para conocer el programa de agricultura urbana y periurbana del Distrito y presentar los avances del proyecto “Más alimentos, menos residuos”.
- Las profesionales de Brasil manifestaron interés por trabajar en su ciudad la estrategia de bancos de semillas que desarrolla la capital colombiana y ayudar a fortalecer la futura plataforma digital de agricultura urbana de la entidad.
- Durante el encuentro, también tuvieron la oportunidad de conocer las diferentes actividades que realiza el Ecoparque Ciudad Montes, el primer bosque urbano de Bogotá postulado por la comunidad.
En agosto del año pasado, Bogotá fue la sede del primer Seminario Iberoamericano de Coberturas Vegetales, un evento organizado por la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI) que contó con la participación de expertos de 11 países.
Uno de los objetivos de este encuentro fue conocer los retos que enfrentan las ciudades en torno a la gestión de las coberturas vegetales urbanas, además de los modelos que pueden ser replicables y las soluciones innovadoras.
Ante esto, la Alcaldía de São Paulo (Brasil) manifestó su interés de conocer a fondo el programa de agricultura urbana y periurbana que lidera el Jardín Botánico de Bogotá (JBB) desde hace 20 años y así fortalecer su proyecto “Más alimentos, menos residuos”.
Entre el 30 de septiembre y 1 de octubre, en las instalaciones del JBB, profesionales de ambas entidades participaron en un intercambio de experiencias técnicas en agricultura urbana y seguridad alimentaria.
Isabela Costa Campos y Luiza Aparecida de Araújo, profesionales de la Coordinación de Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Secretaría Municipal de Derechos Humanos de São Paulo, conformaron la delegación brasileña.
Según Germán Darío Álvarez, subdirector técnico operativo del Jardín Botánico, en este encuentro las funcionarias de la Alcaldía de São Paulo conocieron cómo el Distrito desarrolla y promociona la agricultura urbana en la ciudad.
“También les presentamos la conservación y rescate de germoplasma que hacemos en nuestros bancos de semillas; las líneas de investigación, aprovechamiento de residuos y energías renovables de la entidad; y la articulación que tenemos con la comunidad para enriquecer las coberturas vegetales”.
La comisión de São Paulo, invitada por la UCCI a Bogotá, presentó varias de las técnicas que utiliza la ciudad para maximizar el uso de los alimentos y reducir el desperdicio, además de la estructura y funcionamiento del Fondo de Abastecimiento Alimentario.
Las profesionales de Brasil también tuvieron la oportunidad de conocer las actividades agroecológicas, ambientales y comunitarias que realiza el Ecoparque Ciudad Montes, el primer bosque urbano de Bogotá postulado por la comunidad.
“Fue un intercambio enriquecedor para ambas partes. Por ejemplo, São Paulo está interesado en trabajar un proyecto similar al que tenemos en Bogotá con la red de 10 bancos comunitarios de semillas nativas y criollas”, informó Álvarez.
Durante el encuentro, la comisión brasileña manifestó que puede ayudar a fortalecer la plataforma digital de agricultura urbana en la que trabaja el JBB y compartir la experiencia que tienen en la utilización del compostaje de los residuos orgánicos en los jardines.
El subdirector técnico operativo del JBB expresó que esta alianza con São Paulo busca concretar acuerdos que contribuyan a la sostenibilidad urbana y la seguridad alimentaria en el marco de la cooperación internacional de las ciudades que hacen parte de la UCCI.
“También buscamos establecer metas comunes de colaboración entre ambas ciudades para compartir mejores prácticas en la implementación de sistemas alimentarios circulares. Este es el inicio de un trabajo a futuro”.
Agricultura urbana: dos décadas en Bogotá
En este intercambio de experiencias entre Bogotá y São Paulo, el JBB presentó algunos de los logros alcanzados en los 20 años que lleva el programa de agricultura urbana y periurbana del Distrito.
“Hemos logrado consolidar 17.951 huertas caseras, 866 comunitarias, 484 institucionales y 699 escolares a través de asistencias técnicas, cursos básicos y especializados (como el de gastrobotánica) y diplomados a la comunidad”, dijo Sandra Moreno, profesional de la entidad.
La entidad ha realizado más de 30 Mercados Campesinos Agroecológicos “Bogotá es mi Huerta”, un espacio realizado el primer fin de semana de cada mes que les permite a los agricultores urbanos comercializar sus hortalizas y productos transformados.
“También consolidamos 10 bancos comunitarios de semillas nativas y criollas, 19 redes comunitarias de agricultores urbanos y cinco rutas agroecológicas ‘De Huerta en Huerta’ para promover el turismo en las huertas de la ciudad”, complementó Moreno.
Según la profesional, el Jardín Botánico trabaja en el desarrollo de una plataforma digital o app para que la ciudadanía pueda consultar las huertas que hay en la ciudad y los productos que comercializan a través del celular.
“Esta modernización nos permitirá promover una mayor divulgación para la articulación y fortalecimiento de los procesos sociales e interinstitucionales de agricultura urbana y periurbana agroecológica”.
Durante la visita al JBB, Isabela Costa Campos y Luiza Aparecida de Araújo recorrieron la huerta urbana de la entidad, el banco de semillas que se encarga de surtir a los bancos comunitarios y el área de aprovechamiento de residuos y energías renovables.
Lili Vega, coordinadora del grupo de investigación de la Subdirección Técnica Operativa, fue la encargada de mostrarles los procesos que se llevan a cabo en la zona de compostaje, sistema solar fotovoltáico, biodigestor seco y gasificador.
“El compostaje que hacemos con los residuos de origen vegetal del JBB genera un sustrato ideal para las huertas urbanas de la ciudad. Al año le hacemos entrega de 565 metros cúbicos de compost a los huerteros”.
La entidad cuenta con 33 paneles solares microcristalinos que producen al mes cerca de 657 kWh. “Este fue un proyecto de energía fotovoltáica en alianza con USAID que permite generar el 30% de la energía del JBB”, apuntó Vega.
La profesional presentó el proyecto de biodigestión seca de la entidad, una biodegradación de la materia orgánica por medio de una fermentación bacteriana productora de metano en un recinto cerrado a 37°C y en ausencia de oxígeno.
“También conocieron el proceso de gasificación con los residuos orgánicos provenientes de las podas (troncos y ramas), material que se transforma en un gas combustible y que puede generar energía eléctrica”.
Seguridad alimentaria: la apuesta de São Paulo
La delegación brasileña hizo una presentación de la estrategia de la Coordinación de Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Secretaría Municipal de Derechos Humanos de São Paulo, la cual nació durante la pandemia del covid-19.
“Contamos con varios proyectos relacionados con la entrega de canastas básicas de alimentos a personas vulnerables; recolección y distribución de alimentos; restaurante popular; y un trabajo de asociaciones con organizaciones de la sociedad civil”.
Según las dos profesionales, entre los grandes logros están la creación del Fondo de Abastecimiento Alimentario de São Paulo en 2022 y los Centros de Referencia en Seguridad Alimentaria y Nutricional.
“Estos centros cuentan con huertas y áreas de compostaje y buscan garantizar el derecho humano a la alimentación adecuada; fomentar hábitos alimentarios saludables; y promover la conciencia socioambiental”.
São Paulo también cuenta con un proyecto de educación alimentaria y nutricional que busca generar ingresos mediante la producción de alimentos saludables y establecer relaciones intersectoriales.
“Además, tenemos un programa de lucha contra el desperdicio y pérdida de alimentos; una red de cocina en las escuelas para brindar alimentos frescos y mínimamente procesados; y el programa Sampa+Rural para estimular la agricultura urbana y periurbana en la ciudad”.
São Paulo cuenta con una plataforma digital donde están identificados los proyectos de agricultura urbana, mercados y turismo en las zonas rurales de la ciudad. “Este proyecto de la Secretaría de Desarrollo Económico puede servirle mucho al JBB para fortalecer la plataforma que están trabajando”.
Recorrido por el Ecoparque Ciudad Montes
La localidad de Puente Aranda cuenta con el primer bosque urbano postulado por la comunidad, un sitio donde funcionó el primer vivero del Jardín Botánico y que luego se convirtió en un pulmón verde.
Se trata del Ecoparque Ciudad Montes, 63.700 metros cuadrados donde la ciudadanía y el Distrito trabajan mancomunadamente varias estrategias de conservación ambiental, agricultura urbana, jardinería, arbolado y ciencia participativa.
En su visita a Bogotá, Isabela Costa Campos y Luiza Aparecida de Araújo recorrieron este bosque urbano del sur de la ciudad que alberga 1.407 individuos arbóreos de 136 especies, de las cuales cerca de la mitad son nativas.
La delegación de São Paulo conoció los procesos de compostaje, propagación de especies como roble y nogal, jardines biodiversos, agricultura urbana, investigación, educación ambiental, ciencia ciudadana y participativa y gastrobotánica.
“Este bosque urbano es un proceso de liderazgo de la comunidad que es apoyado por JBB y la Alcaldía de Puente Aranda. Es fruto de un tejido de confianza entre la ciudadanía y la institucionalidad que actualmente avanza en un proceso de investigación y acción participativa”, explicaron los profesionales del Jardín Botánico.
La comunidad del sector tuvo la oportunidad de contar la historia del lugar. “Cuando el vivero del JBB fue reubicado, algunas personas querían construir un parqueadero. Sin embargo, un ingeniero forestal nos ayudó a salvar el bosque al evidenciar que había un banco de germoplasma único en Bogotá”.
Uno de los árboles más emblemáticos de este bosque urbano es un roble con 50 o 60 años de vida que está en proceso de ser declarado como patrimonial. “Es un árbol que se ha encargado de reverdecer el bosque con sus semillas”, dijo la comunidad.
El recorrido terminó en la maloca del Ecoparque donde las funcionarias de la Alcaldía de São Paulo escucharon a una de las mujeres indígenas que participa en la huerta y probaron la receta saludable de un chef elaborada con remolacha y tomate.
“Fue una gran experiencia conocer todo el trabajo de la comunidad y el Distrito en este hermoso lugar de la ciudad. Queremos consolidar alianzas con el Jardín Botánico para poder replicar varios de sus proyectos en nuestra ciudad”, manifestaron las profesionales de São Paulo.