• En la edición 35 de este encuentro mensual con el campo, el Jardín Botánico de Bogotá realizó cuatro talleres sobre la elaboración de jabones con las esencias de varias plantas aromáticas y medicinales.
  • Más de 50 personas de diversas edades y géneros participaron en esta actividad agroecológica donde reinaron los aromas de la caléndula, lavanda, ruda, romero, menta y manzanilla. 
  • Hortalizas frescas de las huertas, transformados de la agricultura urbana, pomadas naturales y productos alimenticios procesados, también hicieron parte de estos Mercados Campesinos Agroecológicos.

Una joven con cabello crespo y negro azabache que siempre viste un sombrero verdoso lleno de pines con las figuras de la biodiversidad colombiana, recorre a diario la ciudad para enseñarles a los agricultores urbanos a transformar las plantas de las huertas en productos saludables.

Se trata de Claudia Veloza, una ingeniera agrónoma del equipo de agricultura urbana del Jardín Botánico de Bogotá (JBB) que, desde muy niña, aprendió a sembrar y con el paso del tiempo comprendió que algunas plantas pueden ser utilizadas para mejorar la piel.

Su misión es realizar talleres de transformados de la agricultura urbana, como la elaboración de jabones, labiales, pomadas, aceites y desodorantes con las hojas y flores de la caléndula, lavanda, ruda, romero, menta y manzanilla. 

En sus charlas también les enseña a los huerteros y huerteras a convertir el aceite usado de cocina en jabones que le sacan todo el brillo a las ollas y los sensibiliza sobre botánica a través de juegos didácticos como rompecabezas.

Para la edición 35 de los Mercados Campesinos Agroecológicos “Bogotá es mi Huerta”, evento del JBB realizado el sábado 5 y domingo 6 de octubre en la plazoleta principal de la entidad, los talleres de Claudia fueron protagonistas.

“Mi tarea era realizar cuatro talleres de transformados para hacer jabones de glicerina con los aromas y esencias de las huertas. Nosotros daríamos todos los materiales y el conocimiento”, dijo la profesional.

En una de las carpas del mercado, Claudia organizó su salón de clases al aire libre. En una mesa ubicó todos los ingredientes, como glicerina blanca y transparente, un macerado especial, varios frascos con esencias y tintes y algunas ramas y flores secas de plantas medicinales.

“También trajimos un horno microondas para derretir la glicerina; moldes con las formas de flores, hojas y animales; vasos plásticos y palitos de madera para hacer las mezclas; y esquejes de algunas suculentas para regalar al final de la actividad”, apuntó la huertera.

Más de 50 personas de diferentes edades y géneros participaron en los cuatro talleres de transformados de Claudia, dos el día sábado y dos el día domingo. La mayoría fueron mujeres interesadas en aprender a sacarles más provecho a las plantas de las huertas.

“Fue una experiencia muy bonita donde todos elaboraron los jabones con las esencias, colores y formas que más les gustaron. Aunque el tiempo de cada taller era de una hora, todos lo sobrepasaron por las preguntas y entusiasmo de los participantes”.

Jabones con olor a huerta

La primera actividad de los talleres fue una corta charla sobre los procesos de transformación que hace el equipo de agricultura urbana del Jardín Botánico con los huerteros y huerteras de la ciudad.

“Tenemos dos líneas: una de gastrobotánica para aprender a preparar recetas novedosas con las plantas de las huertas, actividad que está a cargo de nuestro chef; y la otra es de transformación de productos que no para comer”, explicó Claudia.

Según la ingeniera agrónoma, la línea gastrobotánica es para comer y la que ella tiene a su cargo es para untarse en el cuerpo. “La agricultura urbana va más allá de lo alimenticio. Las plantas de la huerta nos permiten hacer jabones, desodorantes, pomadas y labiales”.

Cuando Claudia terminó la introducción, los aplicados alumnos sacaron sus libretas para anotar todos los pasos e ingredientes de la elaboración de los jabones. Para no perder ningún detalle, le preguntaron si podían grabar con los celulares.

“Claro que sí”, les respondió la maestra. “El objetivo del taller es que puedan replicar este ejercicio en sus casas y también lo compartan con todas las personas que quieran transformar las plantas de las huertas en estos productos”.

El taller de jabones empezó con la presentación de los ingredientes. Los primeros fueron la glicerina blanca y transparente y un macerado de caléndula con aceite de esencia de limonaria y lavanda.

“Trajimos esencias de lavanda mora, ruda, menta, rosas, avena y naranja, además de avena y cuncho de café. Para el color de los jabones vamos a utilizar tintes vegetales liposolubles: tres sólidos de color amarillo, azul y rojo y uno liquido rosado”.

Los últimos ingredientes fueron plantas secas para adornar los jabones y aprovechar sus propiedades, como lavanda, romero, menta, caléndula y manzanilla. “Este es un ingrediente adicional que siempre utilizo en mis transformados”.

¡Manos a la obra!

Luego de la presentación de toda la materia prima necesaria para la elaboración de los jabones con olor a huerta, Claudia les dio a cada uno de los participantes un vaso plástico y un palito de madera para hacer la mezcla.

La profesional del JBB cortó la glicerina, tanto la blanca como la transparente, en pequeños cuadrados y en un recipiente los metió al horno microondas. La mezcla se demoró en derretir varios minutos.

“Esto también se puede hacer a baño María, pero personalmente lo prefiero hacer en el horno. El tiempo depende de la cantidad de glicerina que vamos a derretir”, les recomendó la profesional del JBB.

Cuando la glicerina se convirtió en líquido, Claudia la aplicó en cada uno de los vasos plásticos de los participantes, 15 en promedio en cada taller. “Acá tenemos que actuar rápido para que la mezcla no se endurezca”.

El siguiente paso fue aplicar tres gotas del macerado de caléndula con aceite de esencia de limonaria y lavanda y a los pocos segundos seis gotas de la esencia que cada persona escogió. “Vamos a mezclar la sustancia con el palito de madera”.

Para darles color a los jabones, los ciudadanos escogieron el tinte vegetal que más les gustó. “Como tenemos los colores primarios (amarillo, azul y rojo), podemos aplicar varios para obtener otro color. Solo debemos utilizar lo equivalente a un cuarto de una pizca”.

Los alumnos tomaron las plantas secas con las que querían decorar sus jabones, es decir las hojas, flores o semillas de la lavanda, romero, menta, caléndula o manzanilla. “Es mejor que estén secas porque las frescas se oxidan muy rápido”.

Con la mezcla ya lista, los participantes del taller procedieron a echarla en el molde de su preferencia. “Vamos a esperar un par de minutos para que la mezcla se vuelva sólida; algunos demoran un poco más tiempo”.

Jabones con la forma de hojas, flores, círculos y dinosaurios y el aroma de las plantas de la huerta, fue el resultado final de este taller de transformados del JBB en los Mercados Campesinos Agroecológicos.

“El vaso plástico donde preparamos la mezcla lo van a reutilizar en sus casas (luego de lavarlo bien) para sembrar el esqueje de suculenta que les voy a regalar. El ideal es que en este proceso no generemos residuos sólidos”.

Al finalizar los talleres, Claudia informó que el JBB brinda de manera gratuita el taller de transformados, una actividad que solo requiere de un cupo mínimo de 15 personas y que alguna tenga una huerta urbana.

“Solo tienen que enviar un correo a agriculturaurbana@jbb.gov.co informando el número de personas y la dirección donde se realizaría el taller. Nosotros les responderemos los materiales que se necesitan (la ciudadanía debe llevarlos) y la fecha y hora tentativa”, puntualizó la ingeniera agrónoma.

Mercado saludable

La edición 35 de los Mercados Campesinos Agroecológicos, una estrategia del Jardín Botánico que cuenta con el apoyo de la Secretaría de Desarrollo Económico, reunió a 20 agricultores locales que hacen parte del programa de agricultura urbana del Distrito.

15 huerteros y huerteras y cinco transformadores de las localidades de San Cristóbal, Engativá, Bosa, Ciudad Bolívar, Usme, Barrios Unidos, Tunjuelito, Fontibón, Rafael Uribe Uribe y Teusaquillo, ofrecieron sus productos saludables.

“Vendieron productos como hortalizas, verduras, frutas, plantas medicinales, aromáticas y ornamentales, además de productos transformados de las huertas urbanas y periurbanas de nuestra ciudad”, dijo Suyapa Barón, coordinadora de estos mercados.

En este encuentro con el campo que se realiza el primer fin de semana de cada mes en el JBB, también participaron varios de los productores que reciben apoyo de la Secretaría de Desarrollo Económico.

“Deleitaron a los visitantes con café, lácteos, frutas, amasijos, huevos y arepas. También contamos con una muestra de música popular por parte de Miriam Galeano, una mujer de Kennedy que ha hecho parte de varios procesos del JBB”, mencionó Barón.

El próximo Mercado Campesino Agroecológico se llevará a cabo el 2 y 3 de noviembre en la plazoleta principal del Jardín Botánico. “Los esperamos con sus canastos y bolsas ecológicas para que lleven productos saludables y frescos”.

Jhon Barros
Author: Jhon Barros

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Jardín Botánico de Bogotá