Nuestra huerta necesitará mucha dedicación y amor, cada día será una nueva oportunidad para aprender. Aquí te compartimos unas recomendaciones:

El riego: debe hacerse en lo posible dirigido a las raíces de las plantas, también procura hacerlo en cantidades adecuadas para mantener la humedad del sustrato.

El control de arvenses o mal llamadas malezas: su manejo adecuado consiste en mantener su crecimiento de forma controlada mediante cortes a ras de suelo, sin remover la capa vegetal. En contenedores y áreas pequeñas se hace manualmente, en áreas grandes se hace uso del machete.

 

El raleo: es necesario seleccionar las plantas mejor desarrolladas, para regular la competencia por el espacio, la luz y los nutrientes

El tutorado: con este sistema se logra mejorar la aireación y el aprovechamiento de la luz solar para fortalecer los frutos, especialmente con el tomate, el pepino, el pimentón y la arveja. Son soportes que ayudan a mantener la planta erguida y a evitar que las hojas y los frutos rocen el suelo.

El aporcado: consiste en apilar tierra alrededor de la planta para proteger las raíces y estimular su desarrollo, se recomienda aplicar este sistema en cultivos de maíz, papa y especies frutales.

Las podas: puede ser de control sanitario cuando se cortan las hojas o ramas enfermas.

Hay dos clasificaciones la primera de formación, para controlar el crecimiento vertical se corta la punta de la rama principal superior (yema apical). Y de producción cuando se eliminan los tallos o ramas no productivas (chupones). Estas podas se utilizan con mayor frecuencia en el manejo de frutales.

El abonado: es el enriquecimiento de los sustratos mediante la aplicación de sustancias minerales como el azufre, la roca fosfórica, la cal dolomítica, el sulfato de calcio, o la incorporación de materia orgánica obtenida mediante procesos de descomposición controlada como el compostaje o la lombricultura.

Asociación de cultivos: consiste en sembrar diferentes especies en un mismo espacio, la diversidad contribuye a controlar la presencia de insectos dañinos y enfermedades. Se pueden asociar maíz-fríjol, lechuga-rábano, calabacín-cilantro. Por ejemplo: evite sembrar áreas extensas en un solo cultivo.

Rotación de cultivos: una vez cosechado un cultivo, puedes sembrar en la misma área o contenedor especies vegetales diferentes. Esta práctica busca optimizar el aprovechamiento de nutrientes que no fueron consumidos por el cultivo. Para zonas blandas y contenedores, antes de establecer el nuevo cultivo, remueva, afloje y desmenuce el sustrato.

Administradora Bogotá mi Huerta
Author: Administradora Bogotá mi Huerta

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