• La localidad de Kennedy, un antiguo territorio muisca que en el pasado fue llamado Techotiba, ya cuenta con su propio banco de semillas agroecológicas.
  • Está ubicado en el Centro de Desarrollo Comunitario (CDC) del barrio Timiza y será custodiado por Yaneth Baranoha, líder de la huerta Guaricha.
  • Con el de Kennedy, el Jardín Botánico de Bogotá (JBB) cumplió la meta de consolidar 10 bancos de semillas en la ciudad: nueve comunitarios y uno institucional.

La tierra, las semillas y las hortalizas siempre han estado presentes en la vida de Yaneth Baranoha León, una habitante del barrio El Tintal en la localidad de Kennedy. Aunque nació y nunca ha abandonado Bogotá, su mamá se encargó de mantener vivas las raíces campesinas de la familia.

“Mi madre es de Manta, municipio de Cundinamarca, y a todos sus hijos nos vinculó con el campo desde que éramos muy pequeños. Desde que tengo uso de razón amo el verde, los cultivos, la naturaleza y los animales”.

Su vínculo con el campo se fue fortaleciendo a diario. Toda su niñez y adolescencia la pasó en el barrio Bosa Naranjos, donde su progenitora tenía un extenso terreno donde sembraba tomates, ruda y otras plantas medicinales.

“Las vacaciones las pasábamos en Manta cultivando papa y hortalizas, una de las épocas más hermosas de mi vida. Mi mamá me inculcó el cuidado por el alimento y me enseñó de dónde proviene la comida que llega a la mesa”.

Cuando terminó el bachillerato, Yaneth empezó a pensar qué iba a hacer en su vida adulta. Su mamá no tenía los recursos para pagarle el estudio en una universidad y por eso se vio obligada a buscar trabajo.

“Luego de varios años de trabajo empecé a estudiar contaduría pública. Escogí esta carrera porque mucha gente me dijo que siempre iba a tener ingresos, pero algo dentro de mí me decía que los números no eran mi destino”. 

Yaneth se casó y conformó su hogar en el barrio El Tintal. “En esa época tuve a mi único hijo y se incrementó mi amor por los animales. Adopté y ayudé a recuperar varios perritos; siempre he pensado que debemos cuidar lo que ya está”.

Con su hijo, esta defensora de los animales repitió la historia que vivió con su mamá. Lo lleva seguido a Manta para que aprenda el arte de labrar la tierra y se enamore de la exuberante naturaleza del municipio. “Él ama y valora mucho los recursos naturales y a su abuela”.

Aunque le iba bien como contadora, Yaneth sentía que su profesión no la llenaba. “Quería volver a sembrar y por eso empecé a estudiar e investigar a través de videos en el ciberespacio. Mi primer logro fue un jardín de plantas ornamentales que monté al frente de mi casa en El Tintal”.

El siguiente reto fue montar una huerta casera. Como en su hogar no contaba con el espacio necesario, le dijo a su mamá que le prestara la terraza de su casa en Bosa Naranjos, un sitio que llenó de cajones y materas con hortalizas y plantas aromáticas.

“Durante la pandemia tuve que suspender las visitas a la huerta. Me sentía muy triste por no poder sembrar, un desasosiego que llegó a su fin cuando mi hijo me contó que el Centro de Desarrollo Comunitario (CDC) del barrio Timiza estaba haciendo un taller de germinación”.

La nueva huertera se inscribió en el taller, clases de germinación que catalogó como un laboratorio de aprendizaje. El CDC le suministró un espacio para que experimentara, un terreno donde le dio vida a otra huerta.

“Con cerca de 20 personas creamos la huerta agroecológica Guaricha Timiza, un vocablo muisca que significa mujeres guerreras y trabajadoras y que es utilizado de una forma despectiva. Con la asesoría del Jardín Botánico de Bogotá (JBB), montamos nuestro sueño huertero”.

Rescate de semillas

Guaricha no es la única huerta del Centro de Desarrollo Comunitario Timiza, un espacio liderado por la Secretaría Distrital de Integración Social donde se prestan diferentes servicios que benefician a la comunidad.

 En este lugar también funcionan la BibloHuerta Lago Timiza, un terruño liderado por la BibloRed donde participan adultos mayores y personas en condición de discapacidad; y el Jardín Afrobogotano Orisha Oko, una huerta de saberes ancestrales de la comunidad afro.

Según Wilson Rodríguez, coordinador del equipo de agricultura urbana del Jardín Botánico, las tres huertas de este CDC reciben asesoría técnica e insumos por parte de la entidad, ayudas que han mejorado sus procesos agroecológicos.

“Debido al gran interés que tiene el CDC por la agricultura urbana, decidimos que en este lugar de la localidad de Kennedy funcionaría uno de nuestros bancos comunitarios de semillas agroecológicas”.

Yaneth no lo pensó dos veces para participar en este nuevo proyecto del JBB, una estrategia que se trazó como meta consolidar 10 bancos de semillas agroecológicas en la ciudad: nueve comunitarios y uno institucional.

“Mi nuevo objetivo era ser parte del banco de semillas de la localidad de Kennedy. Por eso fui una de las primeras ciudadanas que se inscribió en una serie de talleres que nos brindaría el Jardín Botánico”.

Durante varias jornadas en el CDC Timiza, Juan David Córdoba, ingeniero en agroecología del JBB y encargado del montaje de los bancos de semillas, capacitó a más de 30 huerteras y huerteros de la localidad. 

“Aprendimos sobre la biología y botánica de las semillas criollas y nativas; el funcionamiento de los bancos; el almacenamiento y extracción; y las principales técnicas para sembrar de una manera agroecológica”, dijo Yaneth.

En los talleres, Córdoba le informó a la comunidad que el banco de semillas agroecológicas funcionaría a través de préstamos: por cada semilla que salga del reservorio, la ciudadanía debe devolver el doble.

“También nos dijo que era necesario escoger a una persona o grupo comunitario para que liderara el banco, es decir que sería el custodio de las semillas. Mi corazón se aceleró cuando la huerta Guaricha Timiza fue seleccionada”.

Décimo banco de semillas

El pasado 27 de octubre, más de 50 huerteros y huerteras se dieron cita en el CDC Timiza para conocer el banco de semillas agroecológicas de la localidad de Kennedy, el décimo inaugurado por el Jardín Botánico en la ciudad.

En uno de los salones del centro de desarrollo estaba un stand con más de 50 frascos de vidrio, envases que contenían semillas criollas y nativas de 21 especies y 48 variedades, como maíces y habas de colores, frijoles de altura, tomates y cebada cervecera.

Los participantes se acercaron con curiosidad al stand para observar detalladamente las semillas de diversos colores, formas y tamaños. Luego de tomar varias fotos y videos, una de las huerteras dijo que este banco le rinde un homenaje a los antepasados muiscas. 

“Este será el banco de semillas criollas y nativas de Techotiba, nombre dado por los muiscas al territorio que hoy conocemos como Kennedy. Este pueblo indígena era experto en cultivar, en especial maíz”.

Sindy Rivera, coordinadora de agricultura urbana del JBB en las localidades de Kennedy y Bosa, y Jose Guatibonza, profesional de la entidad, fueron los encargados de dar la apertura al lanzamiento del banco.

“Primero queremos agradecerles a las personas que participan en las tres huertas del CDC, niños, jóvenes, mujeres, adultos mayores y comunidad afro que mantienen vivo el espíritu de la agricultura urbana en la localidad. Sin ustedes, este banco no sería una realidad”.

Wilson Rodríguez tomó la vocería y prosiguió con los agradecimientos a la comunidad huertera. “La agricultura urbana es un elemento de vida liderado por personas con mucha carisma, conocimientos y paciencia. Esta actividad es exitosa gracias a todo su arduo trabajo”.

El coordinador del JBB realizó un balance sobre los logros alcanzados por esta administración. “Fortalecimos 20.000 huertas y asistimos técnicamente a 40.000 personas. También creamos cinco rutas de huertas agroecológicas y 17 redes de huerteros y huerteras”.

En cuanto a las semillas criollas y nativas de los 10 bancos agroecológicos, Rodríguez aseguró que todas provienen de custodios de departamentos como Nariño, Antioquia y Boyacá, huerteros que llevan décadas conservándolas y sembrándolas.

“El objetivo es conformar una red de custodios de semillas para que todas las huertas de la ciudad siembren y cosechen estos tesoros ancestrales y agroecológicos, es decir que no tienen químicos. Por eso necesitamos que estas semillas se multipliquen”.

Cuentos, música y comida sana

Rodrigo Intencipa, profesional de agricultura urbana del JBB, se encargó de darle el toque cultural y musical al lanzamiento del banco de semillas agroecológicas de la localidad de Kennedy.

La primera actividad fue la lectura de un libro que le rinde un homenaje a uno de los humedales más icónicos de la capital. “Hoy quiero que conozcan las aventuras de Lucy por Tibanica, un humedal de la localidad de Bosa conocido como el portal de los altares”.

Este libro, producto de un proceso pedagógico, ambiental y cultural que Intencipa lidera a través de su grupo Luciérnagas, llamó la atención de los participantes. Todos quedaron maravillados con las ilustraciones coloridas y los relatos de Lucy por el humedal.

Terminada la lectura, el profesional del JBB y otro de los miembros de Luciérnagas, deleitaron a los huerteros y huerteras con una muestra musical de canciones sobre las semillas y el humedal Tibanica. 

Yaneth Baranoha, la custodia del banco de semillas y líder de la huerta Guarichas, se dirigió a la comunidad. Sus ojos brillaban de la emoción, las manos le temblaban y tuvo que afinar la voz para disimular los nervios.

“Es muy bonito ver materializado un sueño que inició hace tres años con la huerta Guaricha. Nosotras hicimos un pequeño reservorio con las semillas que sacábamos, pero ahora vamos a tener uno totalmente agroecológico que esperamos le llegue a toda la comunidad”.

Según Yaneth, el banco de semillas de Kennedy será un nuevo laboratorio de aprendizaje. “Con el JBB vamos a ampliar nuestros conocimientos. Como custodia de este banco, quiero que las huertas de la localidad cuenten con muchas semillas limpias”.

Juan David Córdoba les recordó cómo funciona la estrategia de bancos de semillas agroecológicas del JBB, la cual ya hace parte de las localidades de Kennedy, Suba, Rafael Uribe Uribe, Engativá, Bosa, Chapinero, San Cristóbal, Sumapaz, Fontibón y Usme.

“El banco madre o institucional, ubicado en el JBB, surtirá de semillas a los nueve bancos comunitarios. Los custodios de estos sitios serán los encargados de liderar los préstamos de semillas a la comunidad”.

El compromiso, según Córdoba, es devolverle al banco el doble de las semillas que cada ciudadano obtuvo por medio del préstamo. “Es muy importante recordar que están en la obligación de sembrar las semillas en las huertas”.

Los profesionales del JBB y la custodia del banco de Kennedy se reunirán para establecer las fechas en las que se recibirán las solicitudes para obtener las semillas. “Cada persona deberá llenar un formato, el cual será evaluado por nosotros”.

El cierre de la inauguración del banco de semillas de Kennedy contó con dos actividades. La primera fue una muestra gastronómica agroecológica preparada por Diego Huertas, chef del Jardín Botánico: la deconstrucción de un arroz con pollo.

Los participantes veían con curiosidad el plato: no tenía arroz ni pollo. “El arroz lo reemplazamos por coliflor y el pollo por orellanas, materiales que obtuvimos de huertas. Varias verduras complementaron la receta y como bebida hicimos una chicha morada”, dijo el chef.

La segunda actividad fue la siembra de semillas de papas nativas, arveja y maíz morado en la huertas Guaricha y Orisha Oko, actividades donde los huerteros y huerteras  se untaron de tierra, compartieron en grupo y se divirtieron.

“Pondré todo mi empeño y dedicación para que este banco de semillas ancestrales funcione a la perfección. La agricultura urbana vive en este territorio muisca que hoy llamamos Kennedy”, mencionó Yaneth.

Wilson Rodríguez concluyó que estos 10 bancos de semillas agroecológicas son un hito en la ciudad. “Fue un gran reto que sacamos adelante gracias a nuestros profesionales y al compromiso de los huerteros y huerteras. El paso a seguir es multiplicar las semillas limpias por toda Bogotá”.

 

Jhon Barros
Author: Jhon Barros

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Jardín Botánico de Bogotá