• Los biopreparados fueron los protagonistas en la tercera parada de la nueva estrategia social y técnica del Jardín Botánico.
  • La comunidad de Tierra Viva, bosque urbano de la localidad Bosa, conoció algunos insumos naturales que permiten controlar las plagas en las huertas urbanas.
  • Durante el taller también reflexionaron sobre la importancia de la agricultura urbana en la participación comunitaria y el fortalecimiento del tejido social.

Corría el año 2020 cuando varios habitantes del barrio Laureles III, en la localidad de Bosa, evidenciaron que uno de los meandros del río Tunjuelo se estaba convirtiendo en un botadero de basura a cielo abierto.

La zona, de aproximadamente siete hectáreas, estaba gobernada por el pasto kikuyo y una cantidad incontable de basura, escombros, roedores y cambuches de los habitantes de calle. También había presencia de delincuentes y consumidores de droga.

Los ciudadanos no se quedaron de brazos cruzados. Socializaron la situación con otros residentes y líderes ambientales de Laureles III y se unieron para recuperar el territorio con sus propias manos. 

Luego, gestionaron recursos y compraron herramientas para podar la selva de kikuyo. También realizaron varias jornadas de limpieza para recoger los residuos y lograron retirar los cambuches.

Este trabajo dio como fruto la conformación de la organización comunitaria Corredor de Integración Vecinal, un grupo de varios actores de la zona que se propuso trabajar en esta parte del Tunjuelo, el río más extenso del área urbana de la ciudad.

El colectivo ambiental se trazó un nuevo proyecto: consolidar un bosque urbano en esta parte de la ronda hídrica ubicada a espaldas del colegio distrital Bicentenario de la Independencia y al lado del parque San José de Maryland.

Según María Eulalia Ávila, habitante del barrio y miembro del grupo, el objetivo era plantar muchos árboles y montar huertas comunitarias y jardines.  “Formulamos un proyecto y lo presentamos a una convocatoria de la Alcaldía Local de Bosa”.

La iniciativa ambiental y comunitaria recibió luz verde. El Fondo de Desarrollo Local de Bosa se comprometió a ayudarlos con el material vegetal y mano de obra para recuperar totalmente el meandro del Tunjuelo.

Hace tres años, el Corredor de Integración Vecinal y la Alcaldía de Bosa reverdecieron el sector con la plantación de más de 3.200 árboles de 21 especies. Esta alianza también arrojó el montaje de varias huertas comunitarias y una extensa y colorida jardinera.

El meandro se convirtió en Tierra Viva, un bosque urbano comunitario que también cuenta con la participación del grupo Sembrando Conciencia Ambiental. Según María, hoy en día las coberturas vegetales ya están bastante consolidadas.  

“El año pasado postulamos a Tierra Viva como bosque urbano ante el Distrito. El objetivo es desarrollar varios proyectos mancomunados para consolidar más y fortalecer el arbolado, jardines y huertas”.

Como este proyecto cumple con todos los requisitos para ser uno de los bosques urbanos reconocidos en la ciudad, el Jardín Botánico de Bogotá (JBB) y la Secretaría de Ambiente lo priorizaron durante esta administración.

“Ya consolidamos siete bosques urbanos y ahora vamos a cocrear con la comunidad el fortalecimiento de cinco más: Tierra Viva, El Tunal, Timiza, Gran Granada y Canal Boyacá”, informó Germán Darío Álvarez, subdirector técnico operativo del JBB.

Los líderes de Tierra Viva, el primer bosque urbano oficial de la localidad de Bosa, ya conocieron detalladamente en qué consiste esta estrategia de manejo silvicultural contemplada en el actual Plan de Ordenamiento Territorial (POT).

“Más de 15 personas del territorio participaron en un encuentro en el Jardín Botánico donde se empezó a trazar la hoja de ruta para fortalecer Tierra Viva. El objetivo es cocrear con la comunidad y así densificar las coberturas vegetales”, dijo Álvarez.

Encontrémonos en los bosques urbanos

En el marco de la Semana Ambiental, realizada la primera semana de junio, el JBB lanzó “Encontrémonos en los bosques urbanos”, una nueva estrategia social y técnica que busca generar una mayor apropiación en la comunidad por estos oasis de biodiversidad.

Durante este año, el equipo social de la Subdirección Técnica Operativa de la entidad liderará talleres de coberturas vegetales, agricultura urbana, árboles patrimoniales, jardines biodiversos y manejos silviculturales en varios de los bosques urbanos.

“Realizaremos actividades en los bosques urbanos ya consolidados, como Santa Helena, Parkway, La Esmeralda, Ciudad Montes, San Carlos y Brazo Salitre; y en los que estamos avanzando en la cocreación”, mencionó Sandra Laguna, coordinadora de este grupo.

“Encontrémonos en los bosques urbanos” ya llegó a dos tesoros verdes. Las comunidades de La Esmeralda en la localidad de Teusaquillo y Santa Helena en Suba participaron en talleres de gastrobotánica, semillas nativas y criollas y transformados de la agricultura urbana.

Para la tercera jornada de la estrategia social y técnica, el Jardín Botánico escogió a Tierra Viva en Bosa, uno de los bosques urbanos con una de las comunidades ambientales más consolidadas en la ciudad.

“En Tierra Viva, el grupo de agricultura urbana del JBB preparó un taller de biopreparados, es decir insumos naturales que permiten controlar las plagas que afectan las hortalizas, frutales y plantas medicinales de las huertas”, mencionó Laguna.

El sábado 5 de julio fue la fecha escogida para la llegada de “Encontrémonos en los bosques urbanos” al primer bosque urbano de Bosa. Erick Alonso, profesional del equipo social, se encargó de invitar a los líderes del Corredor de Integración Vecinal y demás habitantes de la zona.

“Las personas que participan en los procesos de este bosque urbano saben bastante de agricultura urbana y quieren seguir fortaleciendo sus conocimientos. El tema de los biopreparados les llamó bastante la atención”.

Botiquín verde para huertas

La tercera parada de “Encontrémonos en los bosques urbanos” inició a las nueve de la mañana en una zona verde ubicada al frente de algunos de los más de 3.200 árboles que hacen parte de Tierra Viva.

Cerca de 15 personas del grupo Sembrando Conciencia Ambiental y practicantes de la Universidad Uniminuto, se organizaron en forma de círculo para escuchar a Erick Alonso. El profesional les dijo que iban a disfrutar de una actividad llamada el botiquín verde para huertas.

“Este taller tiene como objetivo principal la transferencia de conocimientos técnicos esenciales sobre biorremediación a partir de insumos orgánicos y naturales, orientados específicamente al cuidado y la vitalidad de las huertas urbanas”.

Rodrigo Intencipa, profesional de campo del grupo de agricultura urbana del JBB en la localidad de Bosa, sería el encargado de enseñarles a preparar algunos de los biopreparados que permiten controlar el accionar de las plagas y enfermedades en las huertas.

“Con este botiquín verde para huertas, vamos a aprender a hacer varios biopreparados de origen botánico, mineral y microbiológico. Estos insumos utilizados en la agroecología también mejoran la fertilidad de los cultivos”.

Los habitantes de Bosa conocieron el purín de ortiga, un fertilizante orgánico elaborado a partir de la fermentación de las hojas de la ortiga en agua; y la infusión de cola de caballo, fungicida orgánico que ayuda a generar resistencia en las plantas.

Intencipa también les enseñó a preparar un extracto alcohólico de ajo y ají, un insecticida orgánico; y el caldo Visosa, un fungicida de origen mineral que corrige la deficiencia nutricional de elementos menores.

“Uno de los biopreparados que más les llamó la atención fue una inoculación con micorrizas, hongos que se asocian a la raíces para mejorar la absorción de nutrientes, la salud física y controlar nemátodos en las plantas”.

Según Rodrigo, el taller del botiquín verde para huertas le dejó a la comunidad muchos conocimientos para aplicar y fortalecer en las tres huertas comunitarias que hay en el bosque urbano Tierra Viva: El Roble, La Celeste y El Elefante.

“También permitirán darles manejo a algunas de las plantas del bosque que están en la fase de crecimiento. Nuestro botiquín huertero le gustó bastante a esta comunidad que avanza día a día en sus proyectos de agricultura urbana”.

Experiencia huertera

Según Erick, durante esta jornada de “Encontrémonos en los bosques urbanos” los participantes se sumergieron en los conceptos fundamentales de la biorremediación y comprendieron cómo los procesos biológicos pueden restaurar y mantener la salud de los suelos y las plantas. 

“También se familiarizaron con diversos biopreparados y exploraron sus usos y beneficios. Un componente crucial de la actividad fue la elaboración práctica de algunos de estos insumos que posteriormente fueron aplicados en los cultivos de las huertas de Tierra Viva”.

El taller abrió un espacio de reflexión sobre el papel crucial de las huertas en la seguridad alimentaria y en la capacidad que tienen para fomentar la participación comunitaria y fortalecer el tejido social del bosque urbano. 

“Se profundizó en la importancia y beneficios que brindan los bosques urbanos: mejoran la calidad del aire, regulan la temperatura, actúan como reservorios de biodiversidad, son espacios para la recreación y el bienestar y contribuyen a la resiliencia frente al cambio climático”.

Para el profesional social del JBB, actividades como el botiquín verde para huertas son fundamentales para empoderar a la comunidad con conocimientos prácticos y sostenibles, fomentando así una gestión más ecológica de los espacios verdes urbanos. 

“La integración de huertas y bosques urbanos optimiza el uso del suelo en la ciudad, fortalece el tejido social y promueve una conciencia ambiental entre sus habitantes, evidenciando así el valor incalculable de conectar a las personas con la naturaleza en el corazón de la ciudad”.

Una botica de actividades

El equipo social de la Subdirección Técnica Operativa del Jardín Botánico está preparando las futuras actividades y talleres en los demás bosques urbanos, como Ciudad Montes, Parkway, San Carlos y Brazo Salitre.

“Los invitamos a estar pendientes de nuestras redes sociales para que participen en estos encuentros. Esta estrategia está basada en cuatro ciclos: semillas del saber, salud vegetal, travesías polinizadoras y árboles con historia”, expresó Sandra Laguna.

Semillas del saber tendrá jornadas dedicadas a los procesos de creación y mantenimiento de huertas enmarcadas en cuatro talleres: el aroma de los bosques, del bosque a tu casa, botiquín verde para huertas y guardianes de semillas.

El ciclo de salud vegetal está conformado por actividades enfocadas en el fortalecimiento de capacidades para el mantenimiento del arbolado joven y los tratamientos fitosanitarios para controlar las plagas y enfermedades.

Travesías polinizadoras explorará los jardines biodiversos para que la ciudadanía aprenda sobre la importancia de la polinización como proceso esencial para la biodiversidad y la producción de alimentos.

“Este ciclo busca fomentar una mayor conexión con la naturaleza urbana y promover acciones para el cuidado de los polinizadores. Está basado en tres talleres: iniciación al avistamiento de aves, jardines biodiversos y la naturaleza del bosque”, apuntó Laguna.

El cuarto ciclo, árboles con historia, abordará el concepto y significado de los árboles patrimoniales de la ciudad, al igual que la importancia de la participación y el liderazgo comunitario.

Jhon Barros
Author: Jhon Barros

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Jardín Botánico de Bogotá