Has llegado a la parte más importante de esta experiencia: tomar la decisión de transformar tu forma de consumo y la manera de aportar al medio ambiente. Ahora, debes seguir estas recomendaciones para que tu huerta sea todo un éxito.
Orientación: ubica tu cultivo preferiblemente de norte a sur para garantizar la luminosidad constante, pero si se tiene que ubicar de oriente a occidente, siembra las plantas más altas como el maíz o quinua en el extremo occidental, para que las plantas más bajas como las lechugas no reciban sombra.
Luz (luminosidad): en terrazas y patios abiertos, la luz casi no se ve afectada, puesto que no hay interferencia o bloqueos en la exposición solar. Sin embargo, hay que tener en cuenta en el diseño la orientación de la plantación directa o en contenedores, de acuerdo al sentido de la rotación solar.
Agua: las semillas en su fase de germinación y las plantas jóvenes requieren riegos frecuentes y ligeros, cuida de no inundar o dejar seco el sustrato. También puedes reducir la pérdida de agua, colocando cubiertas orgánicas en los recipientes como pasto seco para evitar la deshidratación.
Aire: se debe establecer qué tipo de suelo se va a utilizar en el cultivo, si es un suelo natural o alterado y cuál es su aptitud para la agricultura urbana. Se debe evitar corrientes de aire muy fuertes sobre el cultivo, así se disminuye la posibilidad de volcamiento, la ruptura de tallos y la deshidratación.
Además de estas recomendaciones, no olvides hacer más resistente tu cultivo. Para la obtención de un sustrato ideal en agricultura urbana, se recomienda la mezcla de elementos como compost, cascarilla quemada y tierra negra, en diferentes proporciones y de acuerdo al cultivo a establecer.
Un cultivo por más pequeño que sea requiere de mucha atención y amor. No pases ningún consejo por alto y verás como tu huerta estará resistente ante cualquier maleza, animal o condición climática. Tal vez no los controles del todo, pero sin duda puedes trabajar para disminuirlos.
¿Conoces más consejos que nos puedan sumar como agricultores? Cuéntanos tus experiencias y cómo lograste solucionar los problemas que se te presentaron.
Buenas noches. Mi aporte al medio ambiente es el de aprovechar los desechos para producir abono orgánico o compost. Lo he intentado de manera empírica y en muy pequeña escala y sin muy buenos resultados, pero sigo insistiendo. Quisiera conocer su opinión al respecto de si vale o no la pena.
Gracias y quedo pendiente.
En mi humilde opinión, sí que vale la pena seguir ensayando y experimentando hasta encontrar el modo que mejor se adapte a las condiciones que tengamos en casa. En mi caso particular, me ha servido dejar deshidratando un poco el material vegetal de cocina antes de meterlo a la compostadora. También es muy útil picarlo lo mejor posible para facilitar su incorporación y recordar aplicar una buena capa de material vegetal de poda seco y/o cartón. Otra cosa es remover el compost después de los primeros 15 o 20 días (lo que se llama volteo) para permitir la aireación.
José Tomás, gracias por participar activamente en #BogotáEsMiHuerta y ¡claro que vale la pena seguir intentando hacer compostaje en casa!.
¿Sabe por qué?
1. Porque es la mejor manera de transformar los residuos orgánicos de su casa en materia orgánica, en insumos para la producción agrícola, en abono de muy buena calidad que ayuda a la síntesis proteica de las plantas y aumenta la resistencia a plagas, enfermedades y condiciones adversas.
2. Porque reduce la cantidad de basura orgánica que llega al relleno sanitario de Doña Juana.
3. Porque puede volverlo a intentar con un cajón de madera que tenga espacio para el flujo de aire, luego colocar capas de hojas frescas, hojas de alimentos secos y no cítricos, melaza (que también se puede reemplazar con yogurt), un toque de tierra negra, un poco de agua y con el tiempo y paciencia podrá observar cómo se convertirá en el abono perfecto.
Lo invitamos a ver nuestro más reciente encuentro alrededor del compostaje
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