• El chef del Jardín Botánico de Bogotá presentó varias de sus recetas gastrobotánicas en el Botánico Hostel, un sitio de La Candelaria donde las plantas son protagonistas.
  • Turistas extranjeros disfrutaron de una cena saludable con entrada, plato fuerte, ensalada, postre y bebida, preparaciones que incluyen varios tesoros de las huertas.
  • Este hostal, lugar que fue habitado por el artista y paisajista Gonzalo Ariza, hace parte de la ruta agroecológica y turística del centro de la ciudad.

Las calles, recovecos, plazoletas y viviendas coloniales de La Candelaria, localidad del centro de Bogotá donde Gonzalo Jiménez de Quesada fundó la capital del Nuevo Reino de Granada y luego se gestó la Independencia, están llenas de historias, secretos, mitos y leyendas.

Una casona de tres pisos ubicada en la carrera 2 con calle 9, un sitio con una fachada blanca y una puerta de madera que resalta por sus colores rosado, amarillo quemado y aguamarina, es una de esas obras de antaño que esconde en su interior varios tesoros verdes. 

Se trata del Botánico Hostel, un emprendimiento turístico creado hace ocho años por Alegría Meza, una mujer con bastante experiencia en el mundo de los hostales del centro histórico y que quiso mantener vivo el pasado de la casa en su nuevo negocio.

Este lugar con olor a historia patria fue habitado durante muchos años por Gonzalo Ariza, un artista, paisajista y grabador bogotano que fusionó el arte oriental y japonés con los paisajes andinos y tropicales de Colombia.

El artista, condecorado con la Cruz de Boyacá y diplomático de Colombia en Tokio entre 1955 y 1957, le dio vida a un denso jardín en el interior de la vivienda y lo llenó con algunas de las plantas que le gustaba pintar, como orquídeas, helechos, heliconias y frutales.

Cuando Alegría compró la vivienda, vio en la relicto de selva urbana consolidada por Ariza una oportunidad de negocio. Los tesoros de la flora del jardín la inspiraron para nombrar su emprendimiento como Botánico Hostel.

Bautizó las habitaciones del hostal con nombres de plantas como margarita, heliconia, cayena y crisantemo. También llenó de verde las largas escaleras de la entrada y mandó a hacer varios murales que exaltan la flora y a los muiscas en las paredes de la casa.

En el jardín rodeado por varias de las habitaciones y donde resaltan algunos magnolios de gran porte, Alegría y su socio le dieron vida a una huerta de plantas aromáticas y medicinales, materia prima que les serviría para preparar los cócteles del bar.

La terraza del Botánico Hostel, un sitio con una vista privilegiada del centro de la ciudad y los cerros orientales, fue reverdecida con decenas de plantas coloridas y sembradas en macetas de barro, pocillos y jarras.

Los cuadros de este hostal boutique también le rinden un homenaje a las plantas. La mayoría son representaciones de las láminas que hacen parte de la gran obra de José Celestino Mutis: la Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada.

“Nos inspira la riqueza vegetal e histórica que encierra nuestra bella casa colonial. Somos creadores de historias y experiencias y nos caracterizamos por ofrecer el mejor servicio”, cita la página web del Botánico Hostel.

Huerta turística

En el primer semestre de 2022, Alegría decidió participar en un proyecto novedoso y turístico del Jardín Botánico de Bogotá (JBB): las rutas agroecológicas ‘De huerta en huerta’, recorridos interactivos donde las huertas urbanas se conectan entre sí.

El Botánico Hostel fue seleccionado como uno de los cuatro emprendimientos huerteros de ‘De regreso a la tierra’, la ruta agroecológica y turística de las localidades del centro de la ciudad: Santa Fe y La Candelaria.

“Esta ruta es una manifestación de la historia de estas localidades, territorios que nos reconectan con la tierra y el poder de las plantas. Encontramos huertas en lugares como casas, áreas comunitarias, lugares patrimoniales y establecimientos comerciales”, informó el JBB.

Desde el lanzamiento de esta iniciativa, el Botánico Hostel, la Quinta de Bolívar, el Apotecario Del Cóndor y la huerta de Elena Villamil son visitados por turistas nacionales y extranjeros que quieren aprender de la agricultura urbana.

Según Andrea Aragón, profesional del JBB encargada de la ruta agroecológica del centro de la ciudad, el hostal que le rinde un homenaje a la botánica es un espacio ideal para conectarse con las plantas y sentir el bienestar que se genera al estar rodeado de ellas.

“Su jardín es una combinación de plantas ornamentales, plantas de poder, aromáticas y frutales. Estas dos últimas son aprovechadas por Alegría Meza y su equipo para realizar infusiones y cocteles para los visitantes”.

Además de probar los macerados que fusionan diferentes licores con plantas medicinales como hierbabuena, menta y romero, los turistas que visitan el hostal a través de la ruta agroecológica disfrutan de talleres de gastrobotánica y transformados de la agricultura urbana.

“Hemos realizado varios talleres de estas dos líneas. Los visitantes han probado recetas de la gastrobotánica y aprendido a elaborar pomadas y bálsamos labiales con algunas de las plantas medicinales”, dijo Aragón.

La profesional del JBB aclaró que todas las actividades que se realizan en el Botánico Hostel a través de la ruta agroecológica del centro, tienen un costo. Es decir que los turistas pagan por esos servicios.

“Sin embargo, todo el dinero es para los dueños del hostal. Así ocurre con los emprendimientos que hacen parte de las cinco rutas agroecológicas que hemos consolidado en la ciudad; el JBB solo se encarga de la organización de los eventos y no se queda con ninguna ganancia económica”

Platos gastrobotánicos de alta cocina

Diego Huertas, chef del Jardín Botánico encargado de la línea de gastrobotánica, ha visitado varias veces el Botánico Hostel, negocio que en 2020 ganó el premio al mejor hostal de la ciudad, para preparar platos novedosos y saludables a los turistas.

“Es uno de los sitios más hermosos de Bogotá. Además de la maravillosa vista de la ciudad que se puede ver desde la terraza, es un lugar ideal para contemplar la belleza de las plantas y pasar un buen rato”.

El chef fue convocado por el equipo de rutas agroecológicas del JBB para que realizara una de sus experiencias gastrobotánicas el viernes 9 de mayo en el hostal. El objetivo era preparar una cena de cuatro tiempos que tuviera varias de las plantas de las huertas.

“El grupo de rutas y la administradora del Botánico Hostel se encargaron de la convocatoria. El reto era que los turistas extranjeros que se hospedaban en el sitio, se deleitaran con platos de alta cocina elaborados con productos de nuestra cultura”.

Diego dejó volar su imaginación y experiencia para la nueva muestra gastrobotánica. Como entrada escogió un pollo relleno con espinaca, una mayonesa elaborada con el amero de maíz y suflé de frutos rojos.

“El segundo plato sería una ensalada jardín con vegetales encurtidos, vinagreta de albahaca y amero, mix de lechugas de la huerta del Jardín Botánico, flores de pensamiento, quinua pop y queso ricotta con almendras”.

Un lomo de cerdo marinado durante 12 horas con especies secas de la casa, fue el plato fuerte. Estaría acompañado por un suflé de batata y malanga; una salsa aromatizada con cerveza, menta y romero; una tostada de plátano maduro; y chips ancestrales de papas nativas, remolacha y arracacha.

Como postre, el chef del Jardín Botánico escogió un dip de uchuva con granola de maíz, avena, quinua y fruto de la palma coquito; y como bebida un jugo refrescante de uchuva con albahaca, jengibre y soda.

“Para los turistas vegetarianos, reemplazamos el pollo de la entrada por un tartar de solo vegetales y el cerdo del plato fuerte por berenjenas a la parrilla con una salsa bechamel de malanga”.

¡Turistas satisfechos!

Un día antes de la experiencia gastrobotánica en este hostal de La Candelaria lleno de plantas, Diego y Luigi González, ayudante de cocina del Jardín Botánico, prepararon todos los platos novedosos y saludables.

El viernes 9 de mayo, los profesionales llegaron a las cinco de la tarde al Botánico Hostel con todas las preparaciones listas y de inmediato subieron a la cocina, ubicada en la zona de la terraza, para organizar los platos.

Algunos turistas extranjeros, huéspedes del hostal que pagaron el costo de la experiencia, serían los comensales. La administradora unió varias mesas de madera en la zona del bar para que se deleitaran con la cena gastronómica.

Mientras el chef y el ayudante de cocina montaban los platos, Andrea Aragón conversaba en inglés con los participantes de la actividad. Les contó sobre el proyecto de agricultura urbana y la estrategia de rutas agroecológicas del JBB.

Algunos ingredientes les llamaron bastante la atención a los extranjeros, como el amero de maíz, las flores de pensamiento, quinua, batata, menta y los chips de papas nativas, remolacha y arracacha.

“Son productos que no se encuentran en sus países y por eso sintieron una gran curiosidad. Les explicamos sobre la gran variedad alimentaria que hay en Colombia, en especial de las papas nativas y criollas”, mencionó el chef.

Durante más de una hora, los extranjeros deleitaron sus paladares con las obras gastrobotánicas de Diego en medio de la música del bar del hostal. Al finalizar la experiencia, probaron varios de los cocteles elaborados con las plantas de la huerta.

“Todos quedaron satisfechos con las preparaciones. Estamos seguros que cuando regresen a sus países, les van a contar a sus familiares y amigos sobre la buena calidad gastronómica de Colombia y los productos ancestrales”, puntualizó el chef.

Las personas que quieran conocer la estrategia de rutas agroecológicas del Jardín Botánico pueden visitar el micrositio o enviar un correo a rutaagrologica@jbb.gov.co solicitando información.

“A vuelta de correo les informaremos todos los detalles de esta estrategia, como el paso a paso para conocer alguna de las rutas y los diferentes precios que manejamos”, indicó la encargada de la ruta del centro de la ciudad.

Jhon Barros
Author: Jhon Barros

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Jardín Botánico de Bogotá